El otro día se producía el caos al desprenderse una escultura en el museo de arte moderno Paul Klee en la capital de Suiza ya que se trataba de un excremento de perro hinchable que a causa del viento se había desprendido del resto de la escultura y sobrevoló los aires de Suiza creando el caos a su paso.

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Podría haber ocurrido algo peor ya que esta escultura hinchable recorrió un trayecto de 200 metros en los que se vivió momentos de pánico por parte de los turistas y habitantes que se encontraban en la zona ya que a causa del viento no sabía lo que la escultura podía hacer.

Esperemos que esto no pase más ya que las medidas de seguridad deben ser más altas para que ni siquiera el viento pueda causar este tipo de situaciones que desde luego no son nada agradables.

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